En
un futuro no muy lejano cuentan que habrá una catástrofe en un
pequeño pueblo llamado Tifato, y dicen que saben hasta qué día
ocurrirá, el día 14 de diciembre del 2015. Y lo que creen que
pasará es que habrá un gran terremoto que destrozará practicamente
el pueblo entero. Entonces, todo el mundo se asustó mucho porque
temían que les pasara algo, pero cuando llegó el día... Así fue,
¡hubo un gran terremoto! Pero... ¿Sabéis qué ocurrió? ¡De
repente, llegó un ogro llamado Fetión! Creían que era malo, pero
al final no lo fue. Él pidió ayuda a su gran amigo, el burro. Era
gris, fuerte y grande, su nombre era Nicasio. Sus dueños humanos lo
habían abandonado hacía mucho tiempo porque estuvo enfermo y sin
fuerzas. Cuando vagaba sin rumbo, perdido y triste, Fetión lo
encontró y, aunque con su aspecto de ogro lo asustó al principio,
poco a poco se ganó su confianza, lo ayudó y al final el burro
se hizo muy amigo del ogro.
El
día del terremoto, Fetión, con unas zapatillas ultra-rápidas que
tenía, junto a Nicasio, cogieron a todas las personas y las
llevaron a un lugar mágico, que era donde vivía el ogro. Se hallaba
al otro lado de las montañas. Se trataba de un paisaje verde con
mucha vegetación y agua, hogar de los ogros. Allí se quedaron todos
mientras que fueron reconstruyendo el pequeño pueblo. Al cabo de un
tiempo, nadie habría dicho que el terremoto había sucedido. El
pueblecito estaba precioso, todos sus habitantes volvieron a casa e
hicieron una maravillosa fiesta para celebrarlo. Los protagonistas
fueron Fetión y Nicasio, héroes para siempre. Así que esto pasó,
ya mi cuento se acabó.
FIN.